 |
Dibujo de no sé quien.
|
Cuando una imagen tiene el más bajo nivel de iconicidad, se supone que no hay un referente con el que podamos vincularla. O sea, podemos fantasear que en esta imagen hay estrellas o dientes de león o un neumático. Pero en resumidas cuentas, podría decirse que estos "garabatos" tiran más hacia la abstracción que hacia otra cosa.
Podemos cambiar la cosa y tomar una imagen anterior a los tiempos donde nació Cristo y ver cosas que en la realidad no ocurren tanto como en los dibujos animados: El hombre que ofrenda un cetro a la dama emerge detrás de su escondite como si no tuviese mitad inferior del cuerpo, o si tal mitad pudiera ser obstruida por el tronco (o el tallo) de ese curioso y flexible árbol.
 |
| "Oye, nena, esta sopapa babilónica es toda para ti". |
 |
| De un códice mexica, creo yo. |
Estos mexicas (a menudo les llamamos "aztecas" probaban su valor perforándose la lengua y las orejas con huesos afilados. Ofrendaban corazones a sus deidades a cambio de su favor. Los dibujos pueden no ser "exactos" como lo sería una fotografía, pero nos brindan hoy día una información de las prácticas de aquel contexto socio-histórico.
Del otro lado del mundo, las cosas no eran muy civilizadas:
 |
| "¡Cuando dije que me partan al medio no me refería a esto!" |
Estas ilustraciones son fascinantes, el dibujo es elemental, un poco ausente en lo expresivo, casi simpático, casi "kawaii" si pudiese usarse tal expresión. No obstante, a la luz de nuestras creencias reflejan un acto criminal e insensato. He dicho "a la luz de nuestras creencias", pero, ¿son nuestras creencias tan iluminadas? ¿Ha mejorado el mundo ahora que estamos nosotros sobre él?
 |
| Sacrificio maya. |
 |
| "Hombre conejo, ¡hoy es el último día que te envidiaré!" |
En estas últimas imágenes ascendemos en el nivel de iconicidad. Distan de la figura humana a nivel hiperrealismo, distan de una fotografía como registro más cercano a un referente real. Así y todo podemos discernir la figura humana. No hay perspectiva, casi no hay escenario. Sí, estas imágenes son simbólicas, quien las presencie sabrá que se trata no de calcar la realidad. A veces es una descripción de una práctica socio-cultural. No son estos dibujos tan abstractos como unas escrituras que no sabemos leer, puesto que algo de esto comprendemos aunque algo de esto nos quede sin terminar de entender. Quizá no somos el destinatario válido pero aquí estamos. Y quizá, quienes nos sucedan tampoco entiendan nuestras obras del presente, allá en el futuro.
