Picasso - Combate entre toro y caballo, 1935 |
Una ambigua figura se distingue entre ambos personajes mencionados en el título de la obra. ¿Se trata de una mujer, pues? ¿O es un muy dentado can de ojos desorbitados, con un orificio en la espalda —cuan delfín—?
Vaya, Picasso con sus triquiñuelas... tal parece que aquí apeló a las imágenes rebatibles con el único y tenaz propósito de hinchar las guindas. Pero lo importante es que se divirtió.