http://imakinarium.net/notis/2010/6/100621_anarcoma/100621_anarcoma.htm
El número 4 de Rock Comix se consagró a Lou Reed y The Velvet Underground. Por aquel entonces, Reed encarnaba un Nueva York fascinante, de sexualidad polimorfa y tentadora heroína (tardamos en saber que, realmente, la droga de aquel círculo eran las anfetaminas). En portada, Nazario imaginaba un personaje muy Walk on the wild side: tenía cabeza rapada, vestía chupa de cuero, short, medias con ligueros y botas de dominatrix.
Era una imagen poderosa: cautivó al propio cantante. Le gustó tanto que finalmente sirvió como envoltorio de un en directo Take no prisoners (1979). Por las bravas: Lou no solicitó permiso para recrear el original, que hubo que adaptar al formato de elepé. Ni una mención de Nazario en los créditos, aunque en el interior se reproducían dibujos de Ceesepe, Stav y Rubiales, aparecidos igualmente en el monográfico.
¿Qué le costaba a Lou Reed tirarle unas pesetas al buen Nazario?
Justo este año me compré en cd Magic and Loss. Qué macana. Ahora, cada vez que lo escuche (lo tendré que escuchar, porque me salió sus buenos pesos), recordaré esta guachada del músico de Nueva Yor (diría Delfín Quishpe). Pienso que el buen Bowie o el simpático Iggy aunque sea hubieran puesto en los créditos del booklet una mención al potente dibujante español. Iggy por ahí es más ratón, pero Bowie seguro que se copaba con unos cobres para el Naza. Pero el arte de Naza es medio grasa para el afamado duque. Bah', digo yo. Y al lagartijo stoogie me parece que el rollo de los trabas, digamos, no era lo suyo. Pero bueno. Qué sé yo. Lou Reed se cagó muriendo, pero se puso en forro, ahí.